LOS AÑOS DAN EXPERIENCIA: El narcisismo, fuente de insatisfacción

 

¿Están las personas mayores insatisfechas?, ¿saben apreciar todo lo que han recibido y están recibiendo?, ¿cómo les influye el dolor físico y mental en su equilibrio?.

Y los jóvenes y adultos de nuestra cultura, ¿están agradecidos por todo lo que tienen?.

Se dice repetidamente que vivimos en una sociedad narcisista, pero ¿qué sabemos del narcisismo?. Dos chistes nos acercarán al concepto:

 

-Doctor, ¿puedo ir a su consulta?

-Lo siento, estoy ocupado…

-pero Doctor, ¡si vivo solo a cinco minutos!.

 

-Hasta ahora he hablado de mí, hablemos ahora de ti; ¿te gustó mi poesía?.

 

Sabemos que los niños pequeños tienen un fuerte Narcisismo primario  pues apenas se relacionan con el mundo exterior. Aún no diferencian el Yo del No-Yo pues su única realidad es su cuerpo, sus sensaciones, su sueño…

El Narcisismo secundario  llega a la máxima intensidad en el demente para el que el mundo exterior deja de ser real. Si la persona posee poder social trata de “ser un dios” (desea resolver el problema de la existencia fingiendo que no es humano como los Faraones, Césares, Hitler…)

Se intenta doblegar la realidad a las fantasías y pueden llegar al borde de la psicosis o narcisismo absoluto si convierten su persona en sustituta completa de la Realidad eludiendo las amenazas exteriores que conlleva toda vida)

 

El narcisismo no es egoísmo pues estos últimos diferencian “el yo” del “no yo” y no sobrevaloran sus procesos subjetivos sino que simplemente se aprovechan de la realidad para sus fines egocéntricos. La persona narcisista es capaz de usar la violencia mas regresiva para compensar su aislamiento o rechazo del mundo exterior.

 

El narcisismo no es tampoco “baja valoración” pues el narcisista si bien precisa alabanzas y admiración, se debe mas a sus dudas sobre sí mismo pues, encerrado en sí, carece de verdadero interés por el mundo exterior  y poco conocido; por ese “no-yo” que apenas encuentra espacio en su intimidad.

 

A veces y en casos extremos casi se identifica por su expresión facial. Parece continuamente animado y sonriente como si viviese autocomplaciéndose en algo, confiando en sus formas externas y con rasgos pueriles.

 

Un brillo frío en sus ojos puede ser tomado como semisantidad o semilocura; pero si le observamos de cerca nos damos cuenta de que escucha poco a los demás puesto que no le interesan “los otros en sí mismos” y es muy susceptible a las críticas reaccionando con ira (si está en una relación de superioridad) o abatimiento con actitudes depresivas, si depende de quienes le critican.

 

Veamos algunas posturas narcisistas:

Una persona se mira mucho en el espejo, nota sus rasgos físicos y se autocomplace en ellos. ¡No se cambiaría por otra!. Esos mismos rasgos en otra persona, le gustan menos o incluso los critica. Para esa persona su cuerpo es lo único importante, siente obsesión por el y por su belleza. Mas tarde, conforme envejece, puede desarrollar hipocondría (predominio del interés por su cuerpo aunque sea en sus rasgos negativos por falta de salud).

La ley es siempre la misma: “algo agradable si se relaciona conmigo, es desagradable si se relaciona con otro”. En el campo psíquico se da la “hipocondría moral” o sentimiento de culpa sin deseo de cambio (recordemos que el no aceptar a Dios (ese Otro Justo y Misericordioso) hace poner el énfasis en “el Sí Mismo” y en “el temor a lo que los otros puedan decir de él”

La mayor parte de la gente no advierte el olor ni el color de sus propias heces ( en realidad a algunos les gustan), mientras sienten aversión por el olor o color de las ajenas.

 

Si se enamoran y no son correspondidos, sólo se les ocurren pensamientos relacionados con su narcisismo:

“es imposible que no me ame cuando yo estoy tan enamorado”

“no podría quererla tanto si ella no me quisiese a mí”

“me ama inconscientemente, pero me tiene miedo”

“me quiere, pero desea torturarme y asegurarse”

 

El narcisismo puede enfocarse no solo en el cuerpo sino en aspectos psíquicos parciales como “el honor”, “la inteligencia”, “proezas físicas y psíquicas”, “buen aspecto”, “ingenio”… y la persona se vive en su totalidad como esos aspectos: Yo soy…mi cerebro, mi fama…

Hasta las virtudes pueden ser objeto de narcisismo: “me admiro de mi generosidad (ya no se ve desde el punto de vista de quien es ayudado sino de “lo que gano con mi generosidad”…pues todo lleva el sentido de propiedad  (mi mujer, mis hijos…mi trabajo…)

 

En el narcisismo mas patológico existe una gran deformación del juicio racional pues lo suyo es supravalorado y el resto  infravalorado (no ocurre así con el egoísmo). Para un borracho, por ejemplo, el contenido de sus palabras puede ser trivial, pero subjetivamente se siente eufórico en esa realidad autoinflada que vive.

 

Cuando “va muriendo” esa imagen narcisista del Yo, suele aparecer la melancolía.

 

Muchas  relaciones de amistad (incluido el matrimonio) pueden unir sus “Yoes narcisistas” en un intento de defensa hacia la realidad, aunque solo pueden hacerlo de manera provisional y es causa de muchas rupturas.

 

El narcisismo individual puede transferirse al grupo (clan , tribu, raza, religión…)

Los líderes narcisistas (que no tienen dudas sobre lo que hacen) atraen al narcisismo colectivo. Así aumentan con facilidad los grupos nacionalistas y terroristas. De hecho, sin la búsqueda espiritual, hasta “los ciudadanos del mundo” pueden estarse apoyando en su propio orgullo narcisista.

Puede decirse que en el hombre normal hay un núcleo narcisista que parece indestructible como si se tratase de un sustituto del instinto o alguna función biológica al servicio de la supervivencia y que solo algunos místicos han podido transformarlo, ¿necesidad de la Vida moral y de la gracia Divina?

 

 

Algunas ideas para  disminuir el narcismo.

 

  • La relación productiva con el mundo; el trabajo, sobretodo, permite el autofreno porque constantemente interacciona con la realidad, manteniéndole dentro de ciertos límites y disminuyendo las tendencias solipsistas y xenófobas. Sin relación con el mundo, el narcisismo nos llena de soledad y de miedo, reaccionando agresiva y paranoicamente ante las dificultades.

 

  • Evitando confundir los sentimientos con experiencias universales.

 

 

  • El interés por la Ciencia y otros estudios ayudan al hombre para acercarse al mundo desconocido del No-yo.

 

  • Aceptando de buen grado la separatidad inherente al ser humano que permite el desarrollo de la razón y el amor
  • Aceptando realidades claves de la Vida como la vejez y la muerte. Valorando también “a los extraños” con los que no estoy unido narcisísticamente.

 

  • En las religiones, la existencia de Dios, implica que ningún hombre puede ser Omnisciente ni Omnipotente, poniendo así, de manera natural, límites a la idolatría natural del hombre.

 

 

  • Desarrollando el humor hacia sí mismo (el no tomarse demasiado en serio) puesto que según nos vamos conociendo, descubrimos también, las partes negativas de la personalidad.

 

 

 

Decía una persona mayor: “ya no tengo fuerzas ni para no creer”. La vejez favorece en la persona que ha afrontado las vicisitudes, un sentido de realismo y aceptación de la limitación tanto física como psíquica y esto puede favorecer la confianza y la inocencia.

 

El anciano narcisista, encerrado en sí mismo, en terquedad y melancolía, necesita ser estimulado en las relaciones humanas, en el redescubrimiento de la familia y en una aceptación sencilla de su persona.

 

¿Tenemos voluntad y clarividencia suficiente para afrontar este tipo de ayuda?. Sin duda estos conceptos serán una útil guía pues ya sabemos que el narcisismo está, con mucha frecuencia, solapado y en la base de muchos desajustes emocionales.

 

 

 

BIBLIOGRAFÍA :

 

Amarás al Señor tu Dios                     Amadeo Cencini                 Sociedad de Educación Atenas

El corazón del hombre                        Erich Fromm                       Fondo de Cultura Económica

Ética y psicoanálisis                                “         “                                 “               “

Y seréis como Dioses                              “         “                                 “               “

Valores humanos                                 Bernabé Tierno                   Taller de Editores

Sobre la Divinidad                               Aldoux Huxley

Locos egregios                                     Vallejo Nájera                     Argos-Vergara, Barcelona

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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