LOS AÑOS DAN EXPERIENCIA: «El beso de Judas». Un relato de psicología transpersonal vivido por el psiquiatra J.A. Vallejo Nájera

¡Qué alegría escuchar una historia real de un profesional tan reconocido como el Dr. Juan Antonio Vallejo Nájera y que le ocurrió en los inicios de su vida profesional!.

 

Dice Vallejo: En los manicomios, como en todas partes, se encuentran ángeles y demonios. Hay que saber identificarlos. A los demonios es fácil identificarlos porque atormentan, los ángeles por ser silenciosos suelen pasar desapercibidos. Esta es la historia de un ángel, pero antes debemos conocer el infierno donde estaba recluido desde la adolescencia y …para siempre.

 

Ocurrió en los últimos años de la década de los cuarenta. Las tragedias de cada hospital eran mezcla de enfermedad y miseria. Estamos en el manicomio provincial de Madrid, “departamento de sucios”. Es absurdo y degradante este letrero que encabezaba la entrada de un pabellón en casi todos los manicomio del mundo. El olfato permitía comprender lo certero de esta denominación al tratarse de pacientes con incontinencia doble.

 

Unos no pueden y otros no quieren (paralíticos y delirantes). Multitud de enfermedades neurológicas llegan a paralizar extremidades o provocar movimientos incontrolables. Cuando no está afectado el psiquismo, los enfermos inteligentes quedaban como espectadores lúcidos y aterrados de su propia tragedia…

 

Inolvidable Manuel. Hay una momia egipcia en un museo francés con el mas bello epitafio, “Thais, sacerdotisa de Osiris, que nunca se quejó de nada”. Podemos colocar un letrero semejante en la cabeza de Manuel.

 

Manuel encontraba siempre un argumento para eludir la compasión. Uno de sus comentarios al cuidador cuando le movía: “por favor, no se moleste, Dios es tan bueno que cuando miro por la ventana, hace pasar algún pájaro”. Manuel había conseguido ser así.

Cuando los terribles espasmos dolorosos contraen su cuerpo, siempre le quita importancia, aún a sabiendas de que solo es el principio. ¿Por qué se porta así?. ¿De dónde saca fuerzas?.

Un día que estamos solos, le pregunto como consigue mantener la serenidad de ánimo. Con una mirada penetrante que no he podido olvidar me dijo: “Leí unos versos, explican muy bien lo que hay que hacer: baja y subirás volando al Cielo de tu consuelo, porque para subir al Cielo se sube siempre bajando”…la rotunda sinceridad aleja toda impresión de beatería…dice los versos sin énfasis, le interesa mas el contenido que la forma.

 

Manuel nunca pedía favores pero sabía agradecerlos. Un cuidador “humanitario” decidió llevarle con él a otro departamento. Allí las personas desequilibradas, al verlo rígido en la cama, le tomaron como novedad, tratándole, solícitos,  como si de un muñeco se tratase, mientras alguno reaccionaba con celos por la atención que recibía.

Los niños se cansan pronto de los juguetes. Las enfermedades psiquiátricas pueden deteriorar la mente dejando intacto el corazón. Hay locos generosos, mezquinos, vengativos, sufridos…muchos de ellos, le pedían ayuda para sus problemas y Manuel regalaba esperanzas…precisamente él que no tenía ninguna.

 

Era extraño que Lorenzo, “el Judas”, rencoroso hubiese tomado afecto a Manuel como  “para ofrecerse” a darle la comida, (lo hacía porque por cada cucharada que le daba, él se tomaba dos). Lo descubrió otro desequilibrado mientras Manuel callaba.

Desde entonces, “Judas” lo miraba con odio y no iba a verle. Manuel le pide que se acerque alguna vez, pero Lorenzo desvía la torva mirada y no responde.

 

Al cabo de un tiempo, el médico, jefe del servicio, me dijo: “tráeme la exploración de Manuel, parece tener ideas delirantes de influencia, de presencia de otra persona y posibles alucinaciones visuales”. Pensé: ¡Dios mío!, ha perdido lo único que le quedaba, la razón, ¡pobre Manuel!.

Al explorarle, el paralítico, muestra la lucidez y la radiante alegría de siempre. No había alteraciones de conducta ni de ánimo.

 

Como aprendiz de psiquiatra, intento ver si tiene rasgos histéricos, etc…

  • Manuel, ¿de qué amigo hablas?
  • De mi Amigo. Siempre lo he tenido conmigo dentro, ayudándome. Ahora ha venido en persona porque me va a llevar
  • ¿Dónde vas a ir, Manuel?
  • Marcho con Él. Vosotros no le podéis ver pero quiere estar con todos, por eso he pedido el asiento, (y dirige su mirada a la silla que ha pedido)

 

Al día siguiente Lorenzo, se dirigió a la cama de Manuel y le dio un beso, luego se alejó, marchando hacia atrás sin quitar los ojos de Manuel.

Mas tarde, en el silencio de la madrugada, Lorenzo se deslizó hasta la cama de Manuel y le golpeó brutalmente el cráneo con un bloque de cemento. El ruido despertó a los vecinos que le oían decir: ¡maldito!, ¡maldito!. Los que aterrados se acercaron a Manuel, le oyeron decir: “no sabe lo que hace”. Palabras muy parecidas a las de su Amigo en la agonía. Repitiéndolas quedó inconsciente. Murió 20 horas después sin recuperar el conocimiento…

 

Le imagino junto a su Amigo, contando cosas de Basilio, “el hombre más fuerte del mundo”, de Nemesio, “el caballo de oro”…siempre que pienso en esto, no puedo evitar una pregunta: ¿le habrá hablado de mí?, ¿qué le habrá dicho?…

 

 

 

Este relato en manos de un gran psiquiatra llena de esperanza a la psicología transpersonal que tiene en cuenta los niveles espirituales y que obliga a los profesionales a afinar sus interpretaciones a la hora de emitir diagnósticos.

Como agradecimiento a su relato, recordemos su dedicatoria al iniciar este grupo de vivencias reales ocurridas en el psiquiátrico de Madrid…”a mis enfermos del hospital. Dieron dimensión y sentido a mi vida. Aprendí de ellos muchas cosas que no están en los libros y que en homenaje a su recuerdo voy a contar…muchos años mas tarde, conociendo Vallejo Nájera su muerte próxima por tumor avanzado, dijo:

“ la verdad   es que puedo considerarme un hombre afortunado. Hasta la enfermedad la estoy padeciendo sin dolores en casa, escribiendo, cuidado por los míos y por vosotros. Y para remate, Dios me avisa con suficiente antelación de que voy a morir para poderme preparar. Si me quejara sería un desagradecido…”

 

Gracias Vallejo, que con tu intuición procures también a nosotros, profesionales de las residencias de mayores, una mayor aceptación de la simplicidad y la pureza como medios para dar sentido a la vida a la espera de la Vida.

 

 

 

 

 

BIBLIOGRAFÍA:

 

Concierto para instrumentos desafinados     Juan Antonio Vallejo Nájera    Argos Vergara  1983

Diario de mi consulta psiquiátrica                                “

Leave a comment